Escrito originalmente por ZEONICSIGMA de http://animedoser.tk
Hace 94 años de este hecho, en el que el espiritu navideño fue capaz de frenar una guerra que nadie queria luchar.
La Tregua de Navidad fue un breve alto el fuego no oficial que ocurrió entre el Imperio Alemán y las tropas británicas estacionadas en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial durante la navidad de 1914. La tregua comenzó en la víspera de la Navidad, el 24 de diciembre de 1914 cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, luego continuaron con su celebración cantando villancicos, específicamente Stille Natch (Noche de paz). Las tropas británicas en las trincheras al otro lado respondieron entonces con villancicos en inglés.
Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos de Navidad los unos a los otros. Pronto ya había llamadas a visitas en la tierra de nadie, donde pequeños regalos fueron intercambiados, whisky, cigarrillos, etc. La artillería en esa región permanenció silenciosa esa noche. La tregua también permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados. Se condujeron ceremonias de enterramiento con soldados de ambos lados del conflicto llorando las pérdidas juntos y ofreciéndose su respeto.
En un entierro en la Tierra de nadie, soldados británicos y alemanes se reunieron para leer un fragmento del Salmo 23:
El Señor es mi pastor, nada me falta. Sobre pastos verdes me hace reposar, por aguas tranquilas me conduce. El Señor me da nueva fuerza, me consuela, me hace perseverar. Me lleva por el buen camino, por el amor de su nombre. Aunque camine por un valle oscuro no temeré mal alguno porque Él está conmigo.
La tregua se propagó hacia otras áreas, y hay muchas historias de partidos de fútbol entre las fuerzas enemigas. Hay cartas que confirman que el resultado de uno de esos juegos fue 3 a 2 a favor de Alemania.
En muchos sectores la tregua sólo duró esa noche, pero en algunas áreas duró hasta el año nuevo, e incluso hasta el mes de febrero.
La tregua ocurrió a pesar de la oposición de los niveles superiores de los ejércitos. Anteriormente un pedido hecho por el papa Benedicto XV de una tregua entre las partes en guerra había sido desoído.
Los comandantes británicos John French y Sir Horace Smith-Dorrien juraron que una tregua así nunca volvería a permitirse (sin embargo ambos habían dejado el mando antes de la Navidad de 1915). En los años subsiguientes se ordenaron bombardeos de artillería en la víspera de la festividad para asegurarse de que no hubieran más reblandecimientos en medio del combate. Asimismo las tropas eran rotadas por varios sectores del frente para evitar que se familiaricen demasiado con el enemigo. A pesar de esas medidas hubo encuentros amigables entre soldados, pero en una escala mucho menor que la de los encuentros del año anterior.
Durante los dos años siguientes a la estabilización de las líneas del Frente Occidental, se produjeron otras situaciones de armisticio informal (no impuesto por el Alto Mando), en ambos bandos. Según los testimonios, los comandantes británicos recién llegados al frente se asombraban al ver tanto a los británicos como los alemanes exponiéndose sobre la línea de trinchera, dentro del alcance de las armas enemigas.
Con frecuencia, la artillería se disparaba sobre sitios concretos, en momentos determinados, para evitar bajas enemigas, en ambos bandos. En alguna ocasión, se intercambiaron disparos después de que un mortero mal situado golpease a las líneas británicas, tras lo cual un soldado alemán pidió disculpas a los británicos, parándose así el intercambio de disparos entre ambas trincheras.
El 21 de noviembre de 2005, el último veterano de guerra aliado superviviente de la tregua, Alfred Anderson, murió en Newtyle, Escocia, a los 109 años.
Hace 94 años de este hecho, en el que el espiritu navideño fue capaz de frenar una guerra que nadie queria luchar.
La Tregua de Navidad fue un breve alto el fuego no oficial que ocurrió entre el Imperio Alemán y las tropas británicas estacionadas en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial durante la navidad de 1914. La tregua comenzó en la víspera de la Navidad, el 24 de diciembre de 1914 cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, luego continuaron con su celebración cantando villancicos, específicamente Stille Natch (Noche de paz). Las tropas británicas en las trincheras al otro lado respondieron entonces con villancicos en inglés.
Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos de Navidad los unos a los otros. Pronto ya había llamadas a visitas en la tierra de nadie, donde pequeños regalos fueron intercambiados, whisky, cigarrillos, etc. La artillería en esa región permanenció silenciosa esa noche. La tregua también permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados. Se condujeron ceremonias de enterramiento con soldados de ambos lados del conflicto llorando las pérdidas juntos y ofreciéndose su respeto.
En un entierro en la Tierra de nadie, soldados británicos y alemanes se reunieron para leer un fragmento del Salmo 23:
El Señor es mi pastor, nada me falta. Sobre pastos verdes me hace reposar, por aguas tranquilas me conduce. El Señor me da nueva fuerza, me consuela, me hace perseverar. Me lleva por el buen camino, por el amor de su nombre. Aunque camine por un valle oscuro no temeré mal alguno porque Él está conmigo.
La tregua se propagó hacia otras áreas, y hay muchas historias de partidos de fútbol entre las fuerzas enemigas. Hay cartas que confirman que el resultado de uno de esos juegos fue 3 a 2 a favor de Alemania.
En muchos sectores la tregua sólo duró esa noche, pero en algunas áreas duró hasta el año nuevo, e incluso hasta el mes de febrero.
La tregua ocurrió a pesar de la oposición de los niveles superiores de los ejércitos. Anteriormente un pedido hecho por el papa Benedicto XV de una tregua entre las partes en guerra había sido desoído.
Los comandantes británicos John French y Sir Horace Smith-Dorrien juraron que una tregua así nunca volvería a permitirse (sin embargo ambos habían dejado el mando antes de la Navidad de 1915). En los años subsiguientes se ordenaron bombardeos de artillería en la víspera de la festividad para asegurarse de que no hubieran más reblandecimientos en medio del combate. Asimismo las tropas eran rotadas por varios sectores del frente para evitar que se familiaricen demasiado con el enemigo. A pesar de esas medidas hubo encuentros amigables entre soldados, pero en una escala mucho menor que la de los encuentros del año anterior.
Durante los dos años siguientes a la estabilización de las líneas del Frente Occidental, se produjeron otras situaciones de armisticio informal (no impuesto por el Alto Mando), en ambos bandos. Según los testimonios, los comandantes británicos recién llegados al frente se asombraban al ver tanto a los británicos como los alemanes exponiéndose sobre la línea de trinchera, dentro del alcance de las armas enemigas.
Con frecuencia, la artillería se disparaba sobre sitios concretos, en momentos determinados, para evitar bajas enemigas, en ambos bandos. En alguna ocasión, se intercambiaron disparos después de que un mortero mal situado golpease a las líneas británicas, tras lo cual un soldado alemán pidió disculpas a los británicos, parándose así el intercambio de disparos entre ambas trincheras.
El 21 de noviembre de 2005, el último veterano de guerra aliado superviviente de la tregua, Alfred Anderson, murió en Newtyle, Escocia, a los 109 años.
Krusty el Payaso escribió:Tengan una feliz navidad, un alegre Hanukkah, un alocado Kwanza y un solemne y digno Ramadan