Bueno aqui les dejo la historia del anime, por que pienso que es inportante seber como nacio al tan inportante para para mi y para otros el anime:
Primero por el desarrollo del cine japonés a principios del siglo pasado. Las primeras películas de animación extranjeras, como son las francesas, inglesas y estadounidenses, llegaron a Japón bordeando el año 1910. El impacto fue tal que comenzaron a gestarse proyectos para realizar películas de animación nacionales. La productora Tenkatsu (Tennenshoku Katsudo Shashin) le encarga entonces en 1916 al dibujante Shimokawa Oten que se encargue del primer film, que fue llamado Imokawa Mukuzo Genkanban no Maki (Imokawa Mukuzo y el Guardián de la Entrada), el cual salió a la luz en enero del año siguiente. El pintor Kitayama Seitaro presentó su proyecto a la compañía Nippon Katsudo Shashin (Nikkatsu), resultando Saru Kani Gassen (La Batalla del Mono y el Cangrejo), que se estrenó el 20 de mayo de 1917. Por otra parte Sumikazu Kouichi, dibujante, saca por medio de la compañía Kobayashi Shokai la película Hanawa Hekonai Shinto no Maki (Hanawa Hekonai y su Nueva Espada), cuyo protagonista es un samurai. Se lanza en junio de 1917. Estos directores posteriormente hicieron más trabajos, pero se puede obtener en limpio que la aparición del cine de animación japonesa fue en el año 1917.
El más importante de ellos para el consecutivo desarrollo de la animación fue Kitayama, quien fundó sus propios estudios de cine y se encargó de enseñarles a sus discípulos las técnicas de animación. Uno de sus grandes logros fue el haber realizado la primera película que se exportó al extranjero, llamada Momotaro.
La primera película sonora se realizó en 1932 y se llamó Chikara to Onna no yo no Naka (El Mundo del Poder y de las Mujeres), realizada por Masaoka Kenzo, quien sería llamado más tarde “el padre de la animación japonesa”, debido a la incorporación por parte de él de más modernos elementos para trabajar.
Con la llegada de los años 40, las películas que fueran de carácter generalmente educativo, pasan a ser propagandas y alabanzas de la acción del ejército japonés en la Segunda Guerra Mundial. Es el caso de Momotarou no Umiwashi (Las Águilas de Mar de Momotarou), realizada en 1942 y emitida el 25 de marzo de 1943, evocando el ataque a los estadounidenses en la base de Pearl Harbor. Su director fue Seo Mitsuyo, discípulo de Masaoka.
En el período de la postguerra vuelven a surgir las obras basadas en cuentos y leyendas nacionales, dejando atrás los temas militares, y también aquellos maestros del pasado como Masaoka o Yamamoto Sanae (discípulo de Kitayama Seitaro). Asimismo, con los mayores adelantos de los años 50 y el auge de la animación comienzan a fundarse las compañías de cine, entre ellas la Nihon Doga Company, propiedad de los anteriores mencionados. Como curiosidad a prestarle atención, en el año 1950 se estrena con 13 años de retraso la película de Disney (X_X) “Blancanieves y los Siete Enanitos”, que se dice que Tezuka Osamu, el posteriormente llamado “Dios del Manga” vio cerca de 50 veces o.O… (No es demasiado difícil imaginar de dónde sacó los diseños para sus personajes...Que nadie los engrupa entonces diciendo que los japoneses dibujan los ojos grandes porque tienen un complejo, respondan sabiamente “fue por la influencia de Disney”. El estilo de dibujo de las décadas del 20 y 30, como son los rasgos físicos de los personajes, son completamente un reflejo de los japoneses; a finales de la década de los 40 es cuando occidente empieza a tener ascendiente sobre los maestros de la época).
Nace la industria de la animación
1958 es un gran año para la animación. Okawa Hiroshi, presidente de la compañía cinematográfica Toei, se dedica a viajar al extranjero y hacer un estudio exhaustivo de la animación occidental, a fuerza de poder hacer a Japón un “mercado” más competitivo y poder exportar. En afán de perfeccionar las técnicas y convertirse en una especie de “Disney Oriental”, compra la compañía de Yamamoto, constituyéndose así la Toei Douga, subdivisión exclusiva para animación de la Toei. El primer trabajo de la compañía fue Hakujaden (La Leyenda de la Serpiente Blanca), el primer largometraje a color, estrenado ese año bajo la mano de Yamamoto. El éxito fue tal que Okawa, siguiendo con su gran ambición de convertir la animación japonesa en algo grande, se fija la meta de realizar un largometraje por año.
Por otro lado, se lanza la primera animación a la televisión, que se llamó Mitsu no Hanashi, en 1960, por la cadena NHK, en forma de especiales no serializados, a la que siguieron Instant History al año siguiente, y Otogi Manga Calendar, en 1962.
Pero sin duda un personaje decisivo para que esto siguiera adelante fue Tezuka Osamu. Impresionado por las obras de Seo Mitsuyo decide dedicarse a la animación, fundando en 1961 su propia compañía, la Mushi Production. En 1962 Tezuka realiza su primera película, Aru Machikado no Monogatari (Historia de un rincón de la calle), en donde refleja su pensamiento antimilitarista, después de que él mismo en los años de la guerra debió trabajar forzadamente en las fábricas de armamento. Con esto, la Mushi Production lanza otro proyecto ambicioso, el cual es… ¡llevar la animación a la televisión en forma de una serie, es decir, con episodios que continuaran uno tras el otro coherentemente! La Toei Douga también se planteaba lo mismo, pero supuso que el lanzamiento de un capítulo por semana sería demasiado trabajo y poco rentable. Sin embargo, la Mushi no se amedrentó con eso y presentó para el Año Nuevo de 1963 el primer anime de 30 minutos y entrega semanal (y además con la novedad de incluir un tema musical característico) de la televisión, tomando uno de los personajes de los mangas de Tezuka…Tetsuwan Atom, por Fuji TV… ¡Ha comenzado la leyenda del anime!
Tetsuwan Atom logra una gran audiencia, lo que estimula a que las otras compañías también comiencen a producir series. La Tele Cartoon Japan(TCJ) lanza Sennin Buraku el 4 de septiembre de 1963. La Toei no se podía quedar atrás y el 25 de noviembre de 1963 estrena Ookami Shounen Ken, por las pantallas de NET (más tarde llamada TV Asahi). De aquí la industria no parará…
El tiempo pasa y a principios de los 70 surge el género mecha, de la mano del genial Nagai Go y su Mazinger Z (1972) seguida de otras tantas de la misma onda. El período 1974-1979 es prácticamente una seguidilla ininterrumpida de mechas. Por suerte, para los que estaban cansados de tantas peleas de robots gigantes, también salieron a la luz en esos años las adaptaciones a la animación de clásicos de la literatura universal, como Alps no Shoujo Heidi (1974), Haha wo Tazunete Sanzenri (1976), pero mencionar algunos de los más conocidos por parte de la Nipon Animation.
También en la década de los 70 se hacen presentes las batallas espaciales y el oscurantismo propio de esos años. El primero de estos exponentes fue Uchuu Senkan Yamato (1974), del gran Matsumoto Leiji, padre de otros clásicos como Ginga Tetsudou 999 (1978).
Y por si todo esto fuera poco, a principios de los 80 aparece un nuevo formato de animación. Se trata del OVA (Original Video Animation), las cuales consisten en producciones lanzadas directamente al espacio doméstico sin haber sido transmitidas previamente en el cine o televisión…
Como se ha podido ver, la animación en Japón es algo que se lleva más que anclado en el alma. Algo tan propio que es parte de su cultura. Así pues, queda la invitación a embarcarse en esta fascinante aventura por el tiempo, recorriendo los hitos de nuestro querido anime más detalladamente…
Primero por el desarrollo del cine japonés a principios del siglo pasado. Las primeras películas de animación extranjeras, como son las francesas, inglesas y estadounidenses, llegaron a Japón bordeando el año 1910. El impacto fue tal que comenzaron a gestarse proyectos para realizar películas de animación nacionales. La productora Tenkatsu (Tennenshoku Katsudo Shashin) le encarga entonces en 1916 al dibujante Shimokawa Oten que se encargue del primer film, que fue llamado Imokawa Mukuzo Genkanban no Maki (Imokawa Mukuzo y el Guardián de la Entrada), el cual salió a la luz en enero del año siguiente. El pintor Kitayama Seitaro presentó su proyecto a la compañía Nippon Katsudo Shashin (Nikkatsu), resultando Saru Kani Gassen (La Batalla del Mono y el Cangrejo), que se estrenó el 20 de mayo de 1917. Por otra parte Sumikazu Kouichi, dibujante, saca por medio de la compañía Kobayashi Shokai la película Hanawa Hekonai Shinto no Maki (Hanawa Hekonai y su Nueva Espada), cuyo protagonista es un samurai. Se lanza en junio de 1917. Estos directores posteriormente hicieron más trabajos, pero se puede obtener en limpio que la aparición del cine de animación japonesa fue en el año 1917.
El más importante de ellos para el consecutivo desarrollo de la animación fue Kitayama, quien fundó sus propios estudios de cine y se encargó de enseñarles a sus discípulos las técnicas de animación. Uno de sus grandes logros fue el haber realizado la primera película que se exportó al extranjero, llamada Momotaro.
La primera película sonora se realizó en 1932 y se llamó Chikara to Onna no yo no Naka (El Mundo del Poder y de las Mujeres), realizada por Masaoka Kenzo, quien sería llamado más tarde “el padre de la animación japonesa”, debido a la incorporación por parte de él de más modernos elementos para trabajar.
Con la llegada de los años 40, las películas que fueran de carácter generalmente educativo, pasan a ser propagandas y alabanzas de la acción del ejército japonés en la Segunda Guerra Mundial. Es el caso de Momotarou no Umiwashi (Las Águilas de Mar de Momotarou), realizada en 1942 y emitida el 25 de marzo de 1943, evocando el ataque a los estadounidenses en la base de Pearl Harbor. Su director fue Seo Mitsuyo, discípulo de Masaoka.
En el período de la postguerra vuelven a surgir las obras basadas en cuentos y leyendas nacionales, dejando atrás los temas militares, y también aquellos maestros del pasado como Masaoka o Yamamoto Sanae (discípulo de Kitayama Seitaro). Asimismo, con los mayores adelantos de los años 50 y el auge de la animación comienzan a fundarse las compañías de cine, entre ellas la Nihon Doga Company, propiedad de los anteriores mencionados. Como curiosidad a prestarle atención, en el año 1950 se estrena con 13 años de retraso la película de Disney (X_X) “Blancanieves y los Siete Enanitos”, que se dice que Tezuka Osamu, el posteriormente llamado “Dios del Manga” vio cerca de 50 veces o.O… (No es demasiado difícil imaginar de dónde sacó los diseños para sus personajes...Que nadie los engrupa entonces diciendo que los japoneses dibujan los ojos grandes porque tienen un complejo, respondan sabiamente “fue por la influencia de Disney”. El estilo de dibujo de las décadas del 20 y 30, como son los rasgos físicos de los personajes, son completamente un reflejo de los japoneses; a finales de la década de los 40 es cuando occidente empieza a tener ascendiente sobre los maestros de la época).
Nace la industria de la animación
1958 es un gran año para la animación. Okawa Hiroshi, presidente de la compañía cinematográfica Toei, se dedica a viajar al extranjero y hacer un estudio exhaustivo de la animación occidental, a fuerza de poder hacer a Japón un “mercado” más competitivo y poder exportar. En afán de perfeccionar las técnicas y convertirse en una especie de “Disney Oriental”, compra la compañía de Yamamoto, constituyéndose así la Toei Douga, subdivisión exclusiva para animación de la Toei. El primer trabajo de la compañía fue Hakujaden (La Leyenda de la Serpiente Blanca), el primer largometraje a color, estrenado ese año bajo la mano de Yamamoto. El éxito fue tal que Okawa, siguiendo con su gran ambición de convertir la animación japonesa en algo grande, se fija la meta de realizar un largometraje por año.
Por otro lado, se lanza la primera animación a la televisión, que se llamó Mitsu no Hanashi, en 1960, por la cadena NHK, en forma de especiales no serializados, a la que siguieron Instant History al año siguiente, y Otogi Manga Calendar, en 1962.
Pero sin duda un personaje decisivo para que esto siguiera adelante fue Tezuka Osamu. Impresionado por las obras de Seo Mitsuyo decide dedicarse a la animación, fundando en 1961 su propia compañía, la Mushi Production. En 1962 Tezuka realiza su primera película, Aru Machikado no Monogatari (Historia de un rincón de la calle), en donde refleja su pensamiento antimilitarista, después de que él mismo en los años de la guerra debió trabajar forzadamente en las fábricas de armamento. Con esto, la Mushi Production lanza otro proyecto ambicioso, el cual es… ¡llevar la animación a la televisión en forma de una serie, es decir, con episodios que continuaran uno tras el otro coherentemente! La Toei Douga también se planteaba lo mismo, pero supuso que el lanzamiento de un capítulo por semana sería demasiado trabajo y poco rentable. Sin embargo, la Mushi no se amedrentó con eso y presentó para el Año Nuevo de 1963 el primer anime de 30 minutos y entrega semanal (y además con la novedad de incluir un tema musical característico) de la televisión, tomando uno de los personajes de los mangas de Tezuka…Tetsuwan Atom, por Fuji TV… ¡Ha comenzado la leyenda del anime!
Tetsuwan Atom logra una gran audiencia, lo que estimula a que las otras compañías también comiencen a producir series. La Tele Cartoon Japan(TCJ) lanza Sennin Buraku el 4 de septiembre de 1963. La Toei no se podía quedar atrás y el 25 de noviembre de 1963 estrena Ookami Shounen Ken, por las pantallas de NET (más tarde llamada TV Asahi). De aquí la industria no parará…
El tiempo pasa y a principios de los 70 surge el género mecha, de la mano del genial Nagai Go y su Mazinger Z (1972) seguida de otras tantas de la misma onda. El período 1974-1979 es prácticamente una seguidilla ininterrumpida de mechas. Por suerte, para los que estaban cansados de tantas peleas de robots gigantes, también salieron a la luz en esos años las adaptaciones a la animación de clásicos de la literatura universal, como Alps no Shoujo Heidi (1974), Haha wo Tazunete Sanzenri (1976), pero mencionar algunos de los más conocidos por parte de la Nipon Animation.
También en la década de los 70 se hacen presentes las batallas espaciales y el oscurantismo propio de esos años. El primero de estos exponentes fue Uchuu Senkan Yamato (1974), del gran Matsumoto Leiji, padre de otros clásicos como Ginga Tetsudou 999 (1978).
Y por si todo esto fuera poco, a principios de los 80 aparece un nuevo formato de animación. Se trata del OVA (Original Video Animation), las cuales consisten en producciones lanzadas directamente al espacio doméstico sin haber sido transmitidas previamente en el cine o televisión…
Como se ha podido ver, la animación en Japón es algo que se lleva más que anclado en el alma. Algo tan propio que es parte de su cultura. Así pues, queda la invitación a embarcarse en esta fascinante aventura por el tiempo, recorriendo los hitos de nuestro querido anime más detalladamente…